My Story as the First Mexico City Netflix Employee
Andrés Ibarra
Director of Marketing, Series - MexicoHola! My name is Andrés Ibarra and I lead the Series Marketing Team for Mexico. Fun facts: my nickname is ‘Chelo’ because I resemble from a very, very far distance a well-known Argentinian football player and I used to play in a band that opened for The Alabama Shakes and Blonde Redhead. We did not get booed :)
I joined Netflix in April 2019 as the first employee for the brand new Mexico City office. This is something I am sure I will repeat constantly when I’m 70 to the annoyance of my hyper-connected grandchildren: ‘did you know I was the first Mexico City employee for Netflix?’.
Before joining, I was working at YouTube, and was pretty happy with what I was doing until the day I received a message from a Netflix recruiter. In Mexico we use the expression "mover el tapete" meaning that emotions are stirred and that you are feeling something for someone. Well, Netflix movió mi tapete. Joining Netflix became almost an obsession, I thought about it every day, I day-dreamed on the campaigns I could possibly do and honestly thought I was the candidate they were looking for. Look no further Netflix! A couple of months later, I was embarking on a new adventure in my dream job.
In my first four weeks, I travelled to Los Angeles to meet my manager and the Latin America team. Back then, most of the regional operation was based there. If I could sum it up I would say it was a whirlwind of faces, people, documents to read and office snacks. I loved it.
I can’t say it was easy. At times I felt confused and overwhelmed, but everything started to make more and more sense as days went by. I felt motivated by getting to know a truly spectacular team that worked seamlessly and I saw the Netflix culture happening live: creative debates, candid and vulnerable conversations and great ideas flying all around.
My manager and I went back to Mexico City to literally receive the keys and open the doors to our temporary office. We had three medium-sized office spaces that allowed for 10 people or so. When my manager flew back to Los Angeles, I spent two or three weeks in the office all by myself. Felt a bit like Tom Hanks on Cast Away, alone in my island-office, with no Wilson.
The next weeks passed by and new team members were coming in! Rodrigo, Carla, Flor, Rodrigo C. We had an instant sense of camaraderie and support. We all brought a deep understanding of our different roles, but we were learning how to do it at Netflix.
Besides all of this, I was launching my first marketing campaigns locally. A month after joining I launched the campaign for The Society in Mexico, followed by Murder Mystery and Stranger Things S3 (no pressure!). I was building the car while driving it as they say. I took risks, made mistakes and realized the power we as a team had to drive joy in the country.
Two years later, I reflect on the early days and smile. We are now more than 70 people across different teams, and we have spent the last year working from home. There are stunning colleagues I have only met through a screen. We’ve had to adapt to the times and learn to connect distantly. Again, not easy, but we’ve thrived. I am very proud of the team we have become and of the selflessness, vulnerability and creativity that have allowed us to produce the most talked about marketing campaigns in the country. I can’t wait for the moment when we are all in our brand new Mexico City office together.
¡Hola! Me llamo Andrés Ibarra y soy el director del equipo de Marketing de Series en México. Datos curiosos: Me dicen «Chelo» porque si me miran muy muy de lejos me parezco a un conocido futbolista argentino. También formé parte de una banda que le abrió conciertos a Alabama Shakes y Blonde Redhead. Y nunca nos abuchearon. :)
Empecé a trabajar en Netflix en abril de 2019, siendo el primer empleado de la recién creada oficina de Ciudad de México. Es un dato que estoy seguro de que no dejaré de repetir hasta el cansancio cuando tenga 70 años, para volver locos a mis nietos: «¿Sabían que fui el primer empleado de Netflix en CDMX?».
Antes trabajaba en YouTube y estaba bastante feliz con lo que hacía, hasta que recibí un mensaje de una reclutadora de Netflix. En México decimos que algo o alguien nos mueve el tapete cuando despierta muchas emociones en nosotros. Pues bien, Netflix movió mi tapete. Ser parte de Netflix se convirtió en casi una obsesión, pensaba en eso todos los días, soñaba despierto con las campañas que podría hacer y creía que era el candidato que buscaban. ¡No busques más, Netflix! Un par de meses después, me embarcaba hacia una nueva aventura en el trabajo de mis sueños.
En mis primeras cuatro semanas, viajé a Los Ángeles para conocer a mi mánager y al equipo de Latinoamérica. En ese entonces, esa era la sede de la mayoría de las operaciones regionales. Si pudiera resumirlo de alguna manera, fue un torbellino de nuevos rostros, personas, documentos que leer y muchos snacks. Me encantó.
No puedo decir que fue fácil. A veces me sentía confundido y abrumado, pero pronto comencé a ver que cada día las piezas encajaban mejor. Me sentía motivado al conocer a un equipo realmente espectacular que trabajaba con eficiencia y pude apreciar la cultura de Netflix en vivo: debates creativos, conversaciones francas y vulnerables, e ideas geniales volando por todos lados.
Mi mánager y yo regresamos a CDMX para, literalmente, recibir las llaves y abrir las puertas de la que sería nuestra oficina temporal. Contábamos con tres oficinas medianas donde podrían trabajar unas diez personas. Cuando mi mánager viajó de regreso a Los Ángeles, pasé las siguientes dos o tres semanas completamente solo en la oficina. Me sentía un poco como Tom Hanks en «Náufrago», solitario en mi isla‑oficina, y encima sin Wilson.
En las siguientes semanas comenzaron a llegar los nuevos miembros del equipo: Rodrigo, Carla, Flor, Rodrigo C. El espíritu de camaradería y apoyo se sintió de inmediato. Todos traíamos un profundo entendimiento de nuestras diferentes funciones, pero estábamos aprendiendo cómo desempeñarlas en Netflix.
Aparte de todo, estaba en medio del lanzamiento de mis primeras campañas de marketing a nivel local. Un mes después de incorporarme, lancé la campaña para «The Society» en México, seguida de las campañas para «Misterio a bordo» y «Stranger Things 3» (¡sin ninguna presión, vaya!). Estaba aprendiendo sobre la marcha. Tomé riesgos, cometí errores y comprendí el poder que tenemos como equipo para generar alegría en nuestro país.
Hoy, dos años después, reflexiono sobre esos comienzos y sonrío. Ahora somos más de setenta personas en diferentes equipos, y este último año hemos trabajado desde nuestras casas. Tengo grandiosos compañeros a quienes solo conozco a través de una pantalla. Hemos tenido que adaptarnos a los tiempos que vivimos y aprender a conectarnos a la distancia. Y eso no ha sido fácil, pero logramos salir adelante. Me siento muy orgulloso del equipo en el que nos hemos convertido y de la solidaridad, la vulnerabilidad y la creatividad que nos han permitido desarrollar las campañas de marketing más comentadas del país. No veo el momento en que podamos estar todos juntos en nuestra nueva oficina de CDMX.